martes, 22 de diciembre de 2015

EL BARROCO ...y el Real Madrid-Barca de Quevedo y Góngora

El Barroco español se produce en medio de los llamados Siglos de Oro de la literatura española. España estuvo gobernada en ese lapso por tres monarcas: Felipe II, Felipe III y Felipe IV, gobernando este último hasta 1665. Felipe II, hijo y sucesor de Carlos V del Sacro Imperio Romano y I de España, por abdicación de este, tomó posesión del trono español en 1556.
Durante la centuria anterior a esta, España había alcanzado su mayor unidad y extensión territorial. Por herencias, conquistas, convenios diplomáticos o matrimonios reales, llegaron a estar sometidas al cetro de Carlos V, Nápoles y Sicilia; Flandes, Alemania, Hungría y Portugal, aparte de las nuevas y ricas tierras de América. Por el contrario, a Felipe III y Felipe IV les tocó perder una a una todas las tierras europeas. Esto ocasionó graves problemas, religiosos, políticos, internos e internacionales.
El siglo XVII es muy peculiar en cuanto a arte se refiere. Durante este siglo gobernaron en España los Austrias menores, con validos o favoritos, y en muchos aspectos hay una «medievalización» de la vida española.

El Barroco se caracteriza por lo siguiente:
   Pesimismo: El Renacimiento no consiguió su propósito de imponer la armonía y la perfección en el mundo, tal y como pretendían los humanistas, ni había hecho más feliz al hombre; las guerras y las desigualdades sociales seguían estando presentes; el dolor y las calamidades eran comunes en toda Europa. Se instala un pesimismo intelectual, cada vez más acentuado, unido al carácter desenfadado de que dan testimonio las comedias de aquella época y las truhanerías en que se basan las novelas picarescas.
   Desengaño: Como los ideales renacentistas fracasaron y, en el caso de España, el poder político estaba desvaneciéndose, el desengaño continúa y surge en la literatura, que en muchos casos recuerda a la de dos siglos antes, con la Danza de la Muerte o las Coplas a la muerte de su padre de Manrique. Quevedo dice que la vida está formada por «sucesiones de difunto»: en ellas se van convirtiendo los nacidos, desde los pañales hasta la mortaja con la que se cubren los cuerpos exánimes. En conclusión, nada tiene importancia, sólo hay que conseguir la salvación eterna.
   Preocupación por el paso del tiempo
Pérdida de confianza en los ideales renacentistas

Ante la crisis barroca, los escritores españoles reaccionan de varias maneras:
   Evadiéndose: Tratan de desentenderse de la realidad, y lo hacen cantando hazañas o viejas glorias del pasado, o bien presentan un mundo ideal en que los problemas se resuelven debidamente y triunfa el orden. Este es el caso del teatro de Lope de Vega y sus seguidores. Otros, sin embargo, prefieren refugiarse en el mundo del arte y de la mitología, como es el caso de Góngora.
   Satirizando la realidad: Otro grupo de escritores opta por burlarse de la realidad, como Quevedo, Góngora en algunas ocasiones y la novela picaresca.
   Con estoicismo: Exponen su queja sobre la vanidad del mundo, la fugacidad de la belleza y de la vida, la fama transitoria. El máximo exponente de esta actitud fue Calderón de la Barca en los autos sacramentales.
Moralizando: Critican los defectos o vicios proponiendo modelos de conducta acordes con la ideología política y religiosa de su época. Sus principales exponentes son la prosa narrativa y doctrinal de Gracián y Saavedra Fajardo.

Poesía
La producción poética es enorme durante este siglo. El lenguaje es complejo y artificioso, en contraste con la naturalidad y la sencillez de la lírica renacentista. Todavía se emplean las mismas métricas del siglo anterior, con una preferencia marcada por el soneto, y se resucitan los romances y las canciones con versos de arte menor y de carácter popular, imitando el estilo de la poesía medieval. Surgen dos modalidades estilísticas: el conceptismo, que cultivó Quevedo, y el culteranismo, el estilo propio de Góngora, autor de la Fábula de Polifemo y Galatea. La religión, la moralidad, el amor, y la sátira son los grandes temas de la poesía de esta época.
Prosa
En la prosa, se cultivan intensamente la novela picaresca, como La vida del Buscón, de Quevedo, y la novela corta, como las Novelas ejemplares de Cervantes. Hay menos interés por la novela pastoril, sentimental y morisca, pero surge la novela cortesana, que trata de historias de amor en palacios y ambientes distinguidos. No obstante, la obra más importante del Barroco, y de toda la narrativa española, es El Quijote, en el que el desengaño tan representativo de este periodo resalta sobre todo en la segunda parte cuando el mundo caballeresco de su protagonista comienza a desmoronarse, lo trágico se yuxtapone a lo cómico y los personajes reflejan la realidad del declive de la sociedad del siglo XVII. Baltasar Gracián se dedica a la prosa didáctica que tiene un fin moralizador. Sus obras más conocidas incluyen El Criticón y el Oráculo manual y arte de prudencia.
Teatro
El teatro vive un momento de esplendor, y aparecen grandes obras como Fuente Ovejuna, La vida es sueño y El Burlador de Sevilla. Lope de Vega defiende la nueva comedia en Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, y sus propuestas muy alejadas de los viejos conceptos dejan una huella en el teatro Barroco ya que son varios los dramaturgos que las siguen. Entre los rasgos de la nueva comedia destacan el mezclar lo trágico con lo cómico, romper las unidades de tiempo y lugar para crear más dinamismo en la acción, buscar variedad estilística y métrica, y dividir las obras en tres actos en vez de cinco, como se solía hacer a principios del siglo XVI. Los temas de estas comedias son muy variados, pero el principal es, sin duda, el honor, y hay comedias de todo tipo, incluyendo las de capa y espada, de enredo, mitológicas, etc. Otro gran cambio es que la representación de la comedia pasa de un tablado desmontable a un corral, que es el patio interior de una casa particular. Este nuevo formato tiene mucho éxito con el público español, de ahí que el número de corrales aumenta rápidamente y el teatro se convierte en un negocio lucrativo.
A finales del siglo XVI llegan a España las compañías italianas que aportan numerosas innovaciones al teatro nacional, entre las que figuran las representaciones más técnicas y sofisticadas y la presencia de la mujer actriz en escena.

A) El conceptismo: se entiende como un recurso por el que, de modo ingenioso, se evita nombrar un referente con su significante habitual, llamándolo con otro signo con el que esté relacionado en el significante o en el significado. O sea, es un juego de ingenio, un descubrimiento de la inteligencia que es capaz de encontrar asociaciones increíbles entre conceptos. Cuanto mas rebuscada e ingeniosa es la asociación, tanto más prestigio y reconocimiento recibe el poeta que la descubre.
Estas  similitudes entre significante y significado se mostraban a través de:
   Antítesis. Contraposición de una palabra o frase a otra de significado contrario: es un ángel y a veces una arpía./ Quiere, aborrece, trata bien, maltrata.
   Paradoja. Combinación de  frases que envuelven una contradicción aparente. Vivo sin vivir en mí/ y tan alta vida espero/ que muero porque no muero.
   Juegos de palabras: Los principales son:
– Dilogía. Repetición de palabras polisémicas con sentidos diferentes: Cruzados hacen cruzados,/ escudos pintan escudos,/ y tahúres muy desnudos/ con dados ganan condados,/ ducados ganan ducados/ y coronas Majestad./ ¡Verdad! Góngora.
– Paronomasia. Uso de palabras de sonido semejante pero de significado diferente: Si escuchas mis gritos gratos,/ póngame tu musa mesa,/ siendo el/ combate convite/ donde mi fe viva beba).
– Calambur. Equívoco que se produce cuando las sílabas de una o varias palabras contiguas, agrupadas de otra forma, producen o sugieren un significado diferente: ¡Diamantes que fueron antes/ de amantes de su mujer!
– Retruécano. Inversión de los términos de una frase en otra que la sigue: ¿O cuál es más de culpar,/ aunque cualquiera mal haga,/ la que peca por la paga/ o el que paga por pecar?).
Y por supuesto el uso de:
   La metáfora. Sustitución de un término real no expreso por otro imaginado:
   El símil. Comparación de un término real con otro imaginado: tus dientes son como perlas.
La imagen. La imagen es un recurso genérico que engloba a la metáfora, el símil y la Lo que la diferencia es que solemos conocer como imagen aquella metáfora en que no existe una relación racional entre el término real y el imaginado (por eso es el recurso más comúnmente empleado en la poesía de vanguardia). Por ejemplo cuando Góngora dice refiriéndose a las flores que estas son:  Estrellas mudas,

B) El culteranismo es un modo de conceptismo, que tiene especial predilección por el empleo de: latinismos léxicos y sintácticos, metáforas e imágenes deslumbrantes, sensoriales y difíciles; la dificultad , también extrema, en la comprensión del poema.
Por tanto conceptismo, sería un término mas integrador y general: englobaría prácticamente al conjunto de la poesía barroca. Y el culteranismo sería una variante del conceptismo en el que destaca un léxico culto y rebuscado, y unas metáforas con mayor intención embellecedora.
Conclusiones:
   El conceptismo y el culteranismo parten de una misma concepción poética.
   Conceptismo es el término que define la poesía del barroco, el culteranismo es una variación y una ampliación  del conceptismo.
   Para el conceptismo la belleza del poema está en el misterio, el acertijo  y en definitiva las diversas asociaciones de significados por medio de los juegos de palabras.
   Para el culteranismo, la belleza está más en la elección sorprendente y novedosa del léxico y en la descripción de las cosas por medio de imágenes originales, imaginativas, audaces y, en ocasiones, irracionales.
2. Principales rasgos
Teniendo en cuenta lo anterior, podemos destacar los principales rasgos de la poesía barroca (tanto es su corriente conceptista como culteranista) en:
a) En la forma
–          Los abundantes adjetivos epítetos, muy originales y atrevidos, referidos a impresiones sensoriales, sobre todo de color (sinestesias). P.ej. Oro, plata, nácar, perla, rosa, lirio…
–          La gran cantidad de metáforas, atrevidas, inéditas, sorprendentes con el fin de crear un mundo de belleza absoluta.
–          El empleo de los juegos de palabras antes citados: paranomasia, retruécano, calambur, dilogía…
–          El uso exagerado de latinismos sintácticos, como un hipérbaton forzadísimo, que invierte el orden natural de la frase castellana; p.ej: con menosprecio, en medio el llano, mira tu blanca frente el lirio bello
–          El abuso de latinismos léxicos, con multitud de cultismos, sonoros y desusados en la lengua cotidiana (culteranismo); p.ej.: émulo, náutico, cándido, púrpura,…
b) En los temas
–    Especial preferencia por la mitología clásica, cuyos temas y personajes inundan las creaciones de los escritores culteranos. Por lo general se repiten los temas ya tratados durante el Renacimiento, es decir, junto a la mitología, son temas destacados el amor, la religiosidad y como consecuencia del desengaño barroco se desarrolla también la poesía satírico-burlesca.

Luis de Góngora y Argote
   Vida
Luis de Góngora y Argote nació en Córdoba, en 1561. Procedía de familia ilustre y muy vinculada con la religión. Estudió teología en Salamanca y en 1617  se estableció en Madrid. En la corte pronto ascendió gracias a su fama de erudito. Fue nombrado capellán del rey Felipe III
Su personalidad arrolladora le llevó a ganarse partidarios y fieros enemigos. Durante casi 10 años disfrutó del favor  real, pero difamado por sus enemigos terminó por perder sus privilegios. Además empujado por  su vicio por el juego y el empeño que puso por conseguir favores para sus familiares a cambio de sobornos, le condujeron a la ruina económica.
Desengañado, arruinado y enfermo falleció en Córdoba 1627. 

   Obra

Para clasificar la obra de Góngora se suele dividir su producción en dos etapas. De este modo distinguimos la poesía escrita hasta 1610 de temática y estilo clásicos, y la obra posteror, la que lo caracteriza: oscura, cargada de figuras estilísticas, forzados hiperbatones y , en definitiva, imágenes que lo convirtieron en una rareza para su tiempo y un adelantado de la vanguardia del siglo XX

Podemos clasificar su obra en poemas menores y poemas mayores

2.1.  Poemas menores. Obra anterior a 1610

Poemas escritos como decíamos antes de 1610, obra formada por letrillas de corte popular, romances y sonetos. En estos géneros, Góngora junto a Quevedo y Lope de Vega son los maestros de la época. En estos poemas de Góngora la temática varía. Aunque predominan los de temática amorosa como en las letrillas: Las flores del romero; Lloraba la niña o No son todo ruiseñores, junto a los romances noticieros y de tema histórico: En los pinares del rey, Servía en Orán al rey o Amarrado al duro banco. Pero también tiene el autor una marcada vena burlesca, satírica  y humorística: Ande yo caliente, Dineros son calidad o Ahora que estoy despacio y una inclinación por los simples juegos líricos.
   La poesía satírica con contenidos desengañados, propios de la actitud barroca, se dirige contra los males de la sociedad, sus enemigos literarios como Lope de Vega y, sobre todo, Quevedo. Ataca a los que desempeñan con torpeza y corrupción los oficios, especialmente los del ámbito judicial y ataca sin piedad a las mujeres. Aunque parezca mentira los poemas misóginos y despiadados nacieron de la misma pluma que ha escrito algunos de los mejores poemas de amor de la poesía española de todos los tiempos.
 Algunos de estos poemas se han convertido en repertorio popular como el de “Ande yo caliente y ríase la gente”

Poesía amorosa  de Góngora retoma todos los tópicos provenientes del Renacimiento de la mano de  Garcilaso para  reelabolarlos al modo culteranista y barroco.

Esto se ve con claridad en el modo de tratar el tópico del carpe diem, que desde la perspectiva barroca de Góngora incide en el aspecto de la fugacidad del tiempo, la inutilidad de los esfuerzos vitales y el desengaño del mundo. Son muchos sus sonetos de amor: Oh claro honor del líquido elemento, Mientras Corinto en lágrimas deshecho… Pero sobre todo ha quedado para la posteridad el soneto Mientras por competir por tu cabello (junto al soneto de Quevedo Amor contante mas allá de la muerte es uno de los mejores sonetos de amor escritos en español)

   Poesía de tema variado
Mitología, poesía laudatoria, elegías, histórica, etc.:

2.2  Poemas Mayores. Obra posterior a 1610
El cambio en su poesía se produjo con la Oda a la toma de Larache, donde desde la sátira y el desengaño critica y se avergüenza del modo en que fue tomada la ciudad (la heroicidad de gloriosas épocas pasadas a dejado paso a la compra de la rendición)
Dos son los grandes poemas esta etapa, considerados, además como la expresión máxima de su revolución poética culteranista: la Fábula de Polifemo y Galatea y las Soledades.
   La fábula de Polifemo y Galatea se compone de 63 octavas realesy recrea el mito de la pasión del cíclope Polifemo por  la bella ninfa Galatea, que está enamorada a su vez por el pastor Acis. Más que el interés narrativo, el poema persigue emocionar y sorprender al lector con un continuo juego de metáforas que contrastan la ternura y belleza de Galatea con la rudeza y fealdad del cíclope.
Las Soledades eran un ambicioso proyecto que quedó inacabado. Compuesto en silvas iba a estar formado por cuatro partes que corresponderían a las cuatro edades del hombre (infancia, juventud, madurez y vejez) representadas paralelamente en las cuatro estaciones del año. Las soledades proyectadas tenían por título: Soledad de los campos, Soledad de las riberas, Soledad de las selvas y Soledad del yermo. El autor solo concluyo la primera y parte de la segunda, dejando inconcluso, como decimos, el resto.







Francisco de Quevedo y Villegas nació en Madrid en 1580. Era de origen noble lo que le facilitó su entrada en la vida cortesana.  Quevedo fue un hombre muy inteligente y agudo pero también egocéntrico, orgulloso, desconfiado y vengativo. Este carácter tan extremado hizo que se ganara numerosos enemigos y que tuviera incluso problemas con las autoridades.     
En 1639, acusado de espionaje y de traición, fue encarcelado y permaneció en prisión cuatro años sin que se formulase ningún cargo contra él. Desengañado y enfermo, se retiró de la vida pública y murió en 1645.
1. Obra
Se sabe que cuando murió estaba preparando una edición de su obra que finalmente completó su amigo Josef Antonio González en 1648, con el título El Parnaso español, monte en dos cumbres dividido, con las nueve Musas.
Las nueves musas servían como pretexto para hacer una clasificación temática en nueve apartados.
Por ejemplo la primera Musa, Clío, recogía poemas de alabanza de personajes ilustres pasados o presentes. Destacan sonetos como “Buscas en Roma a Roma, ¡oh peregrino!.
El resto de temas en que fue agrupada son:
   Poemas morales, de lo mejor de su producción, recordemos sonetos como “Ah de la vida’…¿Nadie me responde?” o la Epístola al Conde Duque de Olivares.
   Poesía fúnebre: exequias de personajes célebres.
   Poesía amorosa. Reformula el amor petrarquista para incidir en la relación vida-amor-muerte.
   Por último, poemas satíricos y burlescos que son de lo más agudo e ingenioso del autor. Como no recordar el soneto “A una nariz”.
Entre las composiciones destacan los sonetos, pero practicó todas las formas estróficas típicas de su tiempo: especialmente romances, pero también redondillas, canciones, bailes, jácaras, etc.
2. Análisis de su obra 
El conceptismo en Quevedo supone una continuación de los recursos de la poesía cancioneril castellana del XV, donde ya se evitaba nombrar un referente con su significante habitual, para identificarlo con otro signo con el que esté relacionado en el significante o en el significado. El conceptismo de Quevedo además del ingenio y la sutileza, prefiere la condensación expresiva y, a diferencia de Góngora  (que recurre especialmente a los cultismos), utiliza palabras habituales o neologismos que él crea a partir de ellas. Por esto siempre se ha dicho que su poesía es “menos difícil” que la de Góngora y puede que sea verdad en apariencia, pero la complejidad en Quevedo es tanta o mayor que en Góngora. Las palabras son más accesibles, sí, y el significado general de la composición parece claro, pero es solo en apariencia como decimos. Casi cada palabra, cada expresión se carga de dobles, triples y hasta cuádruples sentidos. De este modo, los niveles de significado del poema se multiplican y complican.
Un ejemplo de lo que decimos lo encontramos en el poema “A una nariz”; termina así el soneto: “[una nariz] que en la cara de Anás fuera delito”. Bien, Anás puede ser un juego de palabras con referencia al hebreo, a- nas que vendría a significar “chato”, sin nariz. Por tanto la nariz sería delito en la cara de un “chato”. Ya de paso, con la referencia al hebreo,  está insinuando la descendencia judía de Góngora que es a quien dirige el ataque. Pero hay más, también podría ser que se refiere al Anás bíblico, el sumo sacerdote que junto con Caifás condenaron a Jesucristo. Entonces ahora se abre una nueva vía de significación y además con múltiples ramificaciones:
– La nariz es tan grande que en la cara de Anás, o sea, en frente de él, como Jesús en el juicio, es un delito que merece severo castigo.
– O es literalmente en la cara de Anás, es decir, Anás como judío (y por tanto, con fama de nariz grande) ¿tiene una nariz que merecería castigo del propio juez que imparte los castigos?, ¡quien sabe!
Podemos agrupar la poesía de Quevedo en cuatro grandes apartados:
a)    Poesía religiosa y moral.

Aquí estarían incluidos sus poemas fúnebres, morales, reflexivos de carácter filosófico, algunos laudatorios y de homenaje. Están impregnados de la corriente contrarreformista y de un pesimismo típicamente barroco.
La muerte es vista como algo próximo e inminente y la vida como un tiempo breve para llegar a la muerte. Con la muerte se alcanza el descanso eterno y es la única liberación del mundo de apariencias en que se ha convertido la tierra.
b) Poesía política.
Incluimos aquí poemas satírico-burlescos, morales y de alabanza que tienen este tema común. Muchas de sus críticas  se centran en contrastar los tiempos gloriosos del Imperio con la actual decadencia y perdida de los valores.
c) Poesía amorosa. Sigue todos los tópicos renacentistas del amor petrarquista. Por tanto, un amor platónica por la amada que es fuente de placer espiritual (1), pero también de dolor y sufrimiento (2). El poeta parte de la descripción de la  belleza perfecta de la amada (3) para llegar a la unión espiritual (1). Nunca busca la unión carnal, es más bien la búsqueda de ese ideal en el que dos almas se unen, que proporciona placer y calma, y que es lo mejor que puede pasarle a un mortal. Incluso introduce un aspecto novedoso, propio del extremismo barroco, como el del amor más allá de la muerte, que supone la expresión máxima del sentimiento amoroso: el amor visto como una unión perfecta en cuerpo y alma que transgrede los límites de la muerte (4).
Destacan los numerosos sonetos que dedicó a Lisi, Lisis, o Lísida, y que forman una especie de cancionero.

MÁS DIVER:

https://www.youtube.com/watch?v=P_SfrQk_Mvk
https://www.youtube.com/watch?v=M6Php--cg6A



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